Friday 11 February 2011

Una Liga Municipal con "ligamento"


La Mesa de transparencia que realiza periódicamente la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) presentó el jueves 10 de febrero la discusión sobre los retos de la Liga Municipal Dominicana en la nueva coyuntura. Presidiendo la mesa estuvieron como expositores Javier Cabreja, director Ejecutivo de Participación Ciudadana, el Sr. Fidias Aristy, Secretario General de la Liga Municipal, y el Sr. Victor D’ Aza, Director ejecutivo de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU).

La dinámica de las mesas de transparencia persigue activar la discusión e interacción con el público asistente respecto a las exposiciones de los panelistas. Un escenario que se presta a una discusión con altura y a un debate rico en información y posiciones encontradas. Era el momento perfecto para plantear mi inquietud respecto a la famosa e intocable Liga Municipal. Llegué un poco más tarde y presencié parte de la exposición del Sr. D’ Aza, quien tuvo una visión bastante optimista de los retos de la Liga, y la exposición de Javier, quien se inclinó, básicamente, a la desaparición de la instancia como fue concebida antes de la ley 176-07, y recomendó una instancia con un perfil más de coordinación y académica que eduque y encamine a los actores de los gobiernos locales hacia un verdadero desarrollo municipal. Por desgracia no pude escuchar la exposición del Sr. Fidias, pero sí aprovechar su presencia para que respondiera mi inquietud.

Antes de contarles sobre mi intervención durante la mesa de transparencia quisiera señalar uno que otro elemento para activar la memoria de los lectores. La Liga Municipal, antes de la ley municipal, y en virtud de lo que establecía la Ley No. 49 del año 1938, controlaba todo lo relativo al régimen presupuestario y su distribución a los municipios y cabildos a nivel nacional. Una entidad conocida como uno de los focos menos discretos de prácticas clientelares y era controlada por el emperador del Este, el Sr. Amable Aristy Castro, ex candidato a la presidencia y conocido y admirado por muchos por su buen manejo y capacidad a la hora de arrojar dinero, puercos y pollos desde carros y helicópteros, durante sus campañas o un día cualquiera que el altruismo lo embargue. El Napoleón de las Antillas Mayores, para este periodo legislativo, tuvo que renunciar a su poder en la Liga; cargo que ejercía paralelamente con el de legislador durante años. Ahora “sólo” ejerce su función de representar, fiscalizar y legislar desde su curul en el Senado de la República.

Parida e implementada la ley municipal No. 176-07, se eliminaron poderes de la Liga Municipal, y esta pasó a ser una entidad de asesoría técnica y de planificación. Fue evidente la intención del legislador: esta entidad concentraba demasiado poder y era literalmente un desorden administrativo.

Volvemos a mi intervención. Me adherí a la propuesta de PC sobre la nueva imagen y estructura de la Liga Municipal y sugerí que también fuera un banco de datos sobre el comportamiento de los municipios de la República Dominicana y así medir el impacto de las políticas públicas que se están implementando a nivel local, y más aún, servir de base de datos para que los organismos internacionales puedan hacer sus investigaciones y sugerencias sin demora. Finalicé mi intervención con una pregunta que pretendía llevar a una reflexión más que a un cuestionamiento: “¿La Liga Municipal actual o su relanzamiento podrá vencer la pésima percepción ciudadana respecto a dicha institución?”. Para suerte de quien escribe, el Sr. D’Aza y el Sr. Fidias se volcaron a contestar mi participación y sus planteamientos lucieron bastante alentadores. El equipo técnico del Sr. Fidias también expuso parte de los objetivos de la gestión del nuevo Secretario General y lo muy comprometido que están con la institución. Palabras textuales del Secretario: “Dicha percepción se dio por la falta de transparencia, el incumplimiento de su fin inicial, sin embargo creemos en un espacio democrático que busca relanzar la institución institucionalizándola, fortaleciéndola y descentralizándola. Pero no renunciemos a lo que tenemos y apelo porque la sociedad civil defienda la municipalidad”. Un discurso motivador, que aunque llevaba el mismo ritmo y tono que los discursos del Dr. Balaguer, denotaba compromiso y optimismo en promover una nueva Liga (cuando digo ritmo y tono me refiero a ese estilo particular que tenía Balaguer, que todos los comediantes copiaban cuando querían representar al personaje; aún me resulta gracioso).

Cuando llegué al hotel Meliá, lugar donde aconteció la mesa de transparencia, como les conté, era un poco tarde y no me dio tiempo de tomar uno de los programas para saber cuál sería el orden de las exposiciones y los nombres correctos de sus expositores. No me percaté sino hasta que salí de la actividad de que el Sr. Fidias llevaba el mismo apellido del emperador del Este, y aunque les sorprenda, tampoco me había enterado de ese escándalo (no siempre tengo tiempo de leer la prensa). Un primo hermano de Amable, captó mi atención con su intención y con su equipo, sin embargo fue llevado a presidir la Liga Municipal por el mismo grupo de bandidos que como bien él explicó y reiteró Cabreja, manejaron la institución con la mayor opacidad. Ahora resulta que esa misma banda decidió poner al Sr. Fidias por un año en lo que se “resuelve” el lío interno del PRSC (violando medalaganariamente la ley municipal que establece 4 años). Como diría mi hermana Giselle: ¡Santo Cristo de Bayaguana!

No hay que predisponerse frente a la actual gestión de la Liga Municipal, sin embargo, hay mucha carga que quitarse de las espaldas de quienes estarán presidiendo dicho organismo, y ahora hay que hablar con acciones y cero discursos ni papeletas.